Con este primer artículo me propongo desde un punto de vista estrictamente particular, y basado en estos años de experiencia, dar mi particular visión desde diferentes perspectivas, como trabajador, como técnico, como abogado y sobre todo como observador de la realidad que, al menos en Lanzarote, vivo a diario.

Abro desde ahora la puerta a todo aquel que quiera aportar al crecimiento de esta página y al intercambio de ideas…

1) El desconocimiento del trabajador, por falta de acceso a la información o por la existencia de demasiados filtros previos:
Ahora es el miedo a las represalias en una situación económica mala o peor en la mayoría de los casos….bien, el argumento económico es un argumento muy poderoso
Y antes?
Y mañana?
El trabajador , en general, tiene una falta de información considerable de cuáles son sus derechos y sobre todo de cómo ejercerlos, de cómo articular todo el procedimiento. Ir a Inspección de Trabajo, al SEMAC, presentar una demanda, hacer una reclamación ante una Mutua, pasar por un Juzgado… preguntémonos cual es el porcentaje que ha realizado alguna de estas actividades en los últimos años. Seguro que bastantes menos de los que tienen un hombro dañado por una caída, aquellos que no pueden mover el brazo tras un accidente y posterior intervención quirúrgica, o los que directamente no cuentan con alguna parte de su anatomía. Algunos son los mismos que en su momento decidieron “tirar para adelante, porque en caliente casi no me molesta” o “dejarlo correr”, o …
No se trata de buscar la confrontación, la denuncia por que sí, el hacer daño al “enemigo” como forma de satisfacción personal ni el amargarse uno ni amargar a los demás. De hecho, en esta misma página hay un apartado dedicado a buscar el camino opuesto y dedicado a la Mediación.
¿Por qué?: “Los abogados son caros, la empresa y la Mutua tienen muchos y buenos abogados que les defiendan, así que no hay nada que hacer, al final siempre gana la empresa, si lo hace la empresa será que es legal, no quiero líos, si reclamo me van a hacer la vida imposible, total tengo un contrato temporal, buena gana de meterme en jaleos para cuatro días, renuevo dentro de poco, así que por si acaso mejor lo dejo correr, los sindicatos están compinchados con la empresa, etc, etc, etc.” Les suena familiar, ¿verdad?

El arma de la información:
Cuando nos compramos un coche (12.000, 15000, 30000 euros…) nos informamos de sus características (es diesel o gasolina, qué potencia tiene, qué medidas de seguridad, qué capacidad tiene el maletero…) Es decir, nos aseguramos de saber lo que compramos.

Cuando vamos a un Hotel, o alquilamos una casa, o vamos a hacer un viaje, nos informamos: cuántas habitaciones tiene, qué clima suele hacer en esta época, qué merece la pena visitar, etc.
Cuando tengo un problema en el ámbito laboral –da igual si es porque no sé las vacaciones con antelación o porque he sufrido un accidente de trabajo grave- necesito esa misma información – o más, en función de la gravedad y los intereses en juego- , que en la mayoría de ocasiones ni siquiera busco.
¿Por qué no intento indagar sobre algo de lo que van a depender aspectos como mi salud –también la mental, claro- ,o mi economía?

Usted decide qué parte de la montaña no sube porque de verdad es demasiado inclinada y cuál no se atreve a empezar a subir por si de repente llueve y le pilla por el camino o porque decide que mejor se va a su casa a ver el fútbol… pero por favor, intente tener los datos en la mano para después poder decidir lo que más le interesa.

Es cierto que la montaña a veces es demasiado grande, y la ley a veces se encarga de ir añadiendo desnivel y altura, pero en otras, por cien mil motivos, (y cada uno tiene el suyo y la libertad de autocovencerse con sus argumentos), no se actúa

2) La perversión de la práctica preventiva. La Formación

2.a El trabajador que está en la charla
Durante todos estos años me he encontrado en numerosísimas ocasiones frente a grupos a los que impartía charlas de prevención, y no han sido pocas las veces en las que se me venían a la cabeza las mismas reflexiones (a veces, expresadas en voz alta por algún asistente): “esto lo tendría que estar escuchando el empresario, no nosotros”… Correcto, porque una parte importante de responsabilidad corresponde al empresario, así como la gestión de medios para mejorar la implantación de un sistema preventivo real en su centro de trabajo.

Al contrario: ¿qué pasa si un trabajador no asiste deliberadamente a una charla y el empresario no ejerce un control sobre esa asistencia? Las consecuencias pueden ser muy graves, y recuerdo dos accidentes de trabajadores veteranos que por suerte (contrariamente a lo que dice la Ley, creo que existe el concepto “suerte”) no acabaron en sendos fallecimientos.

¿Qué pasa cuando no me pongo el casco porque “da calor” o no me pongo las botas “porque pesan”? Pues que la culpa será del trabajador, pero la responsabilidad recae en el empresario. Es decir, también es cierto que la Ley está en algunos aspectos descompensada (en este caso en contra del empresario, como me ha reconocido en su momento algún Inspector de Trabajo).

Ah, recordamos que la formación tiene que ser “Suficiente y adecuada, teórica y práctica….” En el primero de los casos (suficiente y adecuada), ruego me concreten el concepto con un criterio uniforme; en el segundo, (práctica): “no comment”

2.b El empresario, que no suele estar en la charla
Otras veces (las muy minoritarias, es cierto) el empresario te da un pequeño toque de atención previo (“no me los revoluciones”, “mira a ver lo que vas a decir”, “pareces un sindicalista”, “me han llegado comentarios de que has criticado esto y lo otro”…
“Yo pago para algo” (cada vez que hay un problema, pues ya se sabe que la culpa es de cualquiera, nunca de uno mismo), yo tengo esto del seguro (¿?) desde hace años con vosotros, como tú eres la Mutua (¿?) te tienes que encargar de esto…

Oiga!: (principio número uno) Usted es el RESPONSABLE de la prevención en su empresa. Puede hacerlo bien, hacerlo mal, contratar la Prevención más cara o más barata – o no contratarlo-, elegir mejor o peor, dejarse asesorar, tener mejor o peor fortuna en la asignación de su técnico…,o, como en la mayoría de casos , NO HACER NADA.

Cuando hay problemas y usted se cabrea y la culpa es del vecino, de la Ley, de Inspección, del Servicio de Prevención, de la Asesoría, o del juez de línea que no pitó el Fuera de Juego…plantéese, por favor, si las cosas se pueden hacer de otra forma, de que no se trata simplemente de “tener papeles”

3) Otros : el interesado
Con especial desagrado recuerdo una llamada de teléfono desde un Agente social en el que cuestionaba (antes de realizarse) la imparcialidad de los resultados de un estudio que iba a realizar para una empresa de gran tamaño :“oye, a ver si es que va a salir esto y lo otro, porque como ya sabemos que quien paga es la empresa…”

La utilización, por unos y por otros, de la Prevención de Riesgos como arma arrojadiza con la que sacar beneficio o hacer daño al contrario, me aleja cada vez más de su puesta en escena, que no de sus principios.

4) El Servicio de Prevención (apartado, que, como dicen los libros, está “Intencionadamente en blanco”) Me remito a las opiniones de colegas –una “ LA CAMPANA DE GAUS DE LA PREVENCIÓN”, del profesor Daniel López, ya publicada-, pertenecientes a Servicios de Prevención tanto Propios como Ajenos.

5) La calificación que del accidente hacen desde las Mutuas:
A nadie se le escapa la muy distinta transcendencia de la valoración (leve o grave, fundamentalmente) que el médico de la Mutua realiza en un primer momento. Este hecho puede activar la actuación de Inspección de Trabajo (cuando es grave), con las responsabilidades y sanciones que de ello se derivan – y las posibilidades de actuación que se le abren al empleado- o hacer que en el mejor de los casos se realice una investigación superficial que archivará la propia empresa.

En un muy reciente caso me he encontrado con que un trabajador sufrió la amputación de la falange con una radial. Calificación?: LEVE (¿?) Al respecto, y por no extenderme, adjunto un interesantísimo informe firmado por el Defensor del pueblo andaluz y que, aunque de considerable extensión, no tiene desperdicio.

En definitiva, y para tiempos difíciles: acceso a la información, formación para todos y cambio en el modelo de gestión de la prevención.


abogadolanzarote.com

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